Washington, 14 jul (Prensa Latina) La administración del presidente estadounidense, Donald Trump, revirtió hoy una criticada regla que habría obligado a estudiantes extranjeros a abandonar el país si sus universidades solo imparten clases en línea el próximo otoño.
La semana pasada el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) anunció que los alumnos con visas F-1 y M-1 cuyos centros de altos estudios optaran por esa modalidad de enseñanza en medio de la pandemia de la Covid-19 debían ‘salir del país o tomar otras medidas, como transferirse a una escuela con instrucción en persona para permanecer en un estado legal’.
El ICE advirtió entonces que quienes violaran las reglas ‘podrían enfrentar consecuencias de inmigración que incluyen, entre otras, el inicio de procedimientos de expulsión’.
La medida, que de inmediato provocó numerosas críticas, desató una serie de demandas contra el gobierno de Trump, desde las interpuestas por la Universidad de Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts, hasta la de las universidades públicas de California y la presentada por una coalición de 17 estados.
Allison Burroughs, la magistrada encargada de presidir los argumentos orales en la primera de esas acciones, realizó el anuncio sobre la decisión del gobierno al inicio de los procedimientos judiciales este martes en Boston, Massachusetts.
‘Las partes me han informado que han llegado a una resolución. Volverán al status quo’, manifestó la jueza.
De acuerdo con la cadena de televisión CNN, una persona familiarizada con el asunto le dijo que la Casa Blanca sintió la presión del rechazo generado por la propuesta, y algunos dentro de ala oeste de la mansión ejecutiva creen que la regla fue mal concebida y ejecutada.
Otra fuente le comunicó a ese medio que la administración ahora se enfoca en que la medida se aplique solo a los nuevos estudiantes, y no a aquellos que ya se encuentran en Estados Unidos.
Datos del Instituto de Educación Internacional muestran que en el año académico 2018-2019 hubo en Estados Unidos casi 1,1 millones de estudiantes provenientes de otras naciones, los cuales representaron un 5,5 por ciento de la población de la enseñanza superior.
La política ahora rescindida fue vista como la última de una serie de medidas de la administración Trump para restringir la inmigración legal y la entrega de visas, una postura que se ha intensificado durante la actual emergencia sanitaria.